DOS SUEÑOS

Él la soñó rendida entre sus brazos
un solo instante, veloz de un solo día
y despertó de pronto entre sus lazos
mientras volaba adentrándose en su vida.

Fue para ella una ilusión lejana
hasta que caminó a su lado y fue su guía
lo tuvo en sueños y en vigilia plena
y supo del miedo de amarlo de por vida.

Pasó una nube de cruel indiferencia
e inmutable fue mudándose a sus cielos
impidiéndoles volar en sus demencias,
que les permitían escaparse de sus velos.

Más, se avizora hoy en expresión lejana
un muro atroz, de gélida apatía.
dejando en cada instante congelada
la eterna flama que avivaría la hoguera de sus días.

Mientras él sigue girando en sus esquemas
ella vuelve a nacer con cada día
y en cada día por la noche expira y quema
la ilusión que crea en su pendular vida.

Y atesora, que quizá en un mañana
Él regrese con ímpetu a su vida
Corriendo esa cortina diamantina
Que se mece separándole sus vidas.

Porque hay en cada sueño una esperanza
que el miedo a perder niega y olvida,
que sus miradas se crucen algún día
hilvanando esas almas extraviadas.

Pero en cada madrugada en lo que sueñan,
hay certeza de encontrarse en el camino
develando que este amor que ellos adueñan
es un amor que trasciende sus destinos.