Tu espalda en mi espalda,
¡cuánto añoro!
Tu cuerpo pequeño
de ave libre.
Tu pelo de líneas
onduladas,
tus manos de seda
en mi cama,
tu voz de sirena,
hija amada...
Salma Hassan
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Es precioso, Sandra, y hay dolor en tus versos.
ResponderBorrar¿Qué madre no sentirá tus mismas palabras?
Por si necesitas un abrazo, vengo con muchos, y con muchos besos; son tuyos, guárdalos en la luz de tu alma.
Ío
Gracias Ío, siempre bien recibidos tus besos y abrazos...Y si, cuando los hijos crecen se necesita su calor siempre.
ResponderBorrarMe encanta como escribes... y aprendo mucho de ti.
ResponderBorrarExcelentes poesías.
Saludos, y un abrazo
Andrés
Muy bello realmente.
ResponderBorrarSaludos