Un año más termina con sus festejos, celebraciones religiosas, brindis, banquetes, deseos de paz y felicidad. Proyecciones de un nuevo año, y sus metas, deseos de éxito y nuevos anhelos...
Todos los sueños sobre la mesa, las familias reunidas y el amor que reina entre cánticos, fuegos artificiales y demás...Cartas a Papá Noel, flamantes sueños, compras, envoltorios a escondidas y el deseo de agradar a nuestros seres queridos...
Pero...
Ojalá algún día la magia de Papá Noel se haga realidad, y él llegue a cada hogar en su trineo, dejando en cada uno, un periódico que anuncie la paz mundial, el desarme, la erradicación de las enfermedades, del hambre, de la intolerancia y la discriminación...
Ojalá Papá Noel, se acuerde de los niños huérfanos y los refugiados, de los sin techo, de los indigentes, de los que mueren de frío, de los locos, de los que no conocen el amor...
Pidamos, amigos que venga Papá Noel, y nos regale un mundo mejor.
¡Felicidades!
Y en cada brindis desee cada uno, fervientemente, que este deseo se cumpla.
Sandra Gutiérrez Alvez
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Ayer recibí un correo de un queridísimo amigo, que, en parte, decía lo siguiente:
" Sandra:
Me gustaria hacer una entrada de agradecimiento, felicitando a todos mi amigos y lectores, pero no puedo hacerlo desde el ordenador del cual te escribo. Si me hicieras el favor, diles simplemente que leí todos los comentarios y que me ayudaron muchísimo, se los agradezco enormemente y felices fiestas, de nuevo, para todos.
Pronto volveré.
Tibalt"