
Dedos de pianista
recorriendo mi cuerpo
con tu música llego
y en tu música siento
cada nota de cielo
que me deja tu aliento…
Porque contigo canto
porque contigo vuelo
y navego entre nubes,
tus caricias: mis velos.
Y recorren tus labios,
zonas de privilegio
que sólo ellos conocen
que sólo a ti te entrego.
Y renazco y me hundo
al fragor de tus besos…
Y la impronta que deja
el vibrar de mi cuerpo
se transforma en tus manos
en sutil instrumento.
Y te siento pianista
recorriendo mi cuerpo.
Y te canto mis versos,
tu canción, mi soneto…
Y me entregas tu savia
y te brindo mis besos.
Y mi lecho-escenario
entre luces lo siento…
Y de seda las sábanas
cual telón, van cayendo…
y descubren mis pies
esta noche de invierno,
para que me despierte
oyendo tu recuerdo…
Seda