El germinador
Brotó la semilla, su largo tallo se encaminó hacia el cielo, vi derramar las primeras gotas de savia en el sudor del vaso que la contenía…
Y su sonrisa se hizo luz…Sus ojos brillaron frente al descubrimiento.
La vida da felicidad a quien la espera, sea quien sea…
Dos hojas se abrieron como racimos de vida, mientras, en oposición, la raíz se aferró y se hizo una con el algodón que la alimentaba…
Así es la vida: crecer y aferrarnos, ser nosotros mismos y hacer feliz a quien nos ama…
Sandra Gutiérrez Alvez
Hermosas palabras, Sandra.
ResponderBorrarBs
PRECIOSO! Es como vivenciar el amor maternal, un poema que toca en lo sublime cuando se mezcla con la admiración que produce, la siembra, la germinación y la cosecha! Sembremos amor, abonemos con amor y cosechemos AMOR!
ResponderBorrarUn besito marino!!!
Bello es descubrir siempre tus escritos..
ResponderBorrarQue lindo es leerte ..
Un abrazo
Saludos fraternos
Que tengas una semana formidable..
Una historia de vida,de optimismo y amor, bello en su totalidad.
ResponderBorrarUn abrazo
Gaspar
Grandioso por su belleza, por su significado más por sobre todo, por su impacto.
ResponderBorrarSaludos.
Sandra:
ResponderBorrarquerida amiga te espera en mi blogs.
un "premio al esfuerzo personal".
besotes
Gracias por sus comentarios, su permanencia, fidelidad y tanto amor.
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