Me parió libertaria
Y sin saberlo
tejió los telones del acto final.
Ciega, involuta,
en su espiral de inconsciencia
vestida de sombra de aparente firmeza
me ha perseguido sin paz.
Análisis-razón-intelecto
triangulando
entre el miedo y la bondad,
Sorda e indiferente
marca su presencia frugal
Y la gravedad de su extravío
fue la guía para danzar en la oscuridad.
Muerde la venda de su ceguera.
¡Apartala!
Acaricia mis sienes, ya cenizas,
con tus dichos de conciencia
para despertar.
Y me elevo a la cuarta potencia
y me arrodillo a sus pies. Mi reina.
La perdono.
Espiral de tiempo, hoja sobre hoja, piel con piel.
Y, mientras esta pieza única de tu colección,
se revela
otra de la mía, se desprende
para tejer los telones del acto final.
Ella, mas bien tu, provocas infinitas experiencias con tus preciosos poemas, en el mundo cibernético, das valor a la dulzura, a la ilusión, a la precisión, me encanta cada poema, disfruto cada lectura, tus poemas siempre calientan las noches e iluminan los días!
ResponderBorrarUn besito Marino
que hermoso poema...
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