Doy gracias al Creador, por haber tenido la idea de abrir este Reino hace hoy, exactamente, tres años; cuando, tras la ilusión de una novela lírica-fantástica, me embarqué en esta travesía. Nada quedó de ella, más que la ilusión, pero la princesa Seda, me dio un lugar en este mundo, a ella le agradezco la magia, por la que muchos me conocieron.
Ha sido un tiempo maravilloso, colmado de alegrías, de aprendizaje continuo en la literatura y en la vida. Este lugar ha influido de una forma profunda en mí, ya que, a través de él, mi vida ha dado muchos giros: he conocido a gente estupenda, con la que compartí otros espacios y mediante los cuales, hoy mis textos están en antologías y revistas provenientes de varias partes del mundo. Nunca imaginé que, a través de esta ventana, se abrieran tantas puertas.
Este Reino fue una gran vidriera que sacó mis poemas del ámbito de mi pequeña ciudad, y de mi grupo de entrañables amigos escritores, con los que compartía, y aún comparto, maravillosas tardes de tertulia, y es hoy un referente, por los que muchos me conocen y a los que dirijo, para que me conozcan.
Así mismo, las amplias tertulias en la web contribuyeron a mi crecimiento, fruto de compartir el aprendizaje con otros navegantes, algunos de ellos, notables poetas y escritores, otros simples lectores, que dejaron en mí su huella, y algunos se convirtieron en mis grandes amigos en la distancia. A ninguno necesito nombrar, porque todos ellos saben quienes son. Gracias por darme tanto cariño y enseñanza.
Agradezco, también, a todos los que, surcando las redes, se toparon con este Reino e hicieron una parada simplemente para dejarme unas palabras, sepan que han sido mucha de la enriquecedora energía necesaria para continuar cuando me faltaron las fuerzas, porque, siempre que he decaído, muchos han sido los que me han levantado.
Aún resta un gran camino por recorrer, mucho por aprender, y si Dios quiere, algunos otros amigos por hacer. Mil gracias a todos, seguiremos en vida y letra, surcando estos mares de la web, y continuará *El Reino de Seda*, mientras Dios lo quiera…
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Salma