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Sonó elemental
mi sufrimiento
cuando sus manos
reprimieron el dolor;
cuando entramados
sus dedos con los míos,
como odas,
abrieron de luz
el mismo
sol.
Bajó la savia
por entre los canutos
como si fuera
primavera en flor,
bajó
mientras subía el sufrimiento
y el mismo sufrimiento
terminó el dolor...
Hubo una luz
de estertor
de muerte
que dejó los zapatos
sin señor,
y el abalorio
de una radio vieja
dejó sonar
el tango
del adiós...
Salma Hassan
Sonó elemental
mi sufrimiento
cuando sus manos
reprimieron el dolor;
cuando entramados
sus dedos con los míos,
como odas,
abrieron de luz
el mismo
sol.
Bajó la savia
por entre los canutos
como si fuera
primavera en flor,
bajó
mientras subía el sufrimiento
y el mismo sufrimiento
terminó el dolor...
Hubo una luz
de estertor
de muerte
que dejó los zapatos
sin señor,
y el abalorio
de una radio vieja
dejó sonar
el tango
del adiós...
Salma Hassan
Magnífico texto, de verdad un lindo poema, una oda al dolor si se quiere, una muestra de sensibilidad que agradezco hayas compartido con todos los que cómo yo, te seguimos desde hoy.
ResponderBorrarTe invito a mi casa.
Un abrazo,
Luis Carlos
Versos tremendos y bellos!!! Besitosssssssssssssssssss.
ResponderBorrarel tango del adiós :(
ResponderBorrarmuy bonitos versos
un saludo
El dolor hecho belleza.
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