A Miguel Hernández
Amplia como los campos de tu mente,
en tu niñez, plena a cielo abierto,
sobre las escabrosas sierras
surgió tu libertad y es tu memoria.
Curtido el pensamiento al aire puro,
entre las injusticias vistas y vividas,
la música del canto de los pájaros,
el andar de las cabras, los cencerros…
Los libros , los poetas,
el paso de las páginas cóncavas de luz,
convexas y lejanas,
guiadoras como estrellas en cielo de verano,
concibieron las rimas de tus versos primos.
Y se fundió tu voz con sangre nueva,
en los amaneceres de Orihuela.
Hoy, rendida ante tu poesía,
para florecer de ti, abierta, vasta, liberada,
e izar tu nombre en la lejanía, cóncava de luz,
convexa y plana del tiempo geográficamente muerto…
leo tu voz: Miguel Hernández.
Poeta del pueblo, hombre, pastor y mártir.
Grande entre los grandes.
De libertad perenne…sin rejas en los labios.
De mente vasta como el cielo abierto
y limpia como manantial profundo…
Como las alas que burlaron tu muerte,
eterna, como tu poesía.
Salma Hassan
2012
Poema publicado
en la antología
Mil poemas a Miguel Hernández