Eres alfa y omega, cada día.
el primer pensamiento, el último suspiro,
la evocación de un beso que sin ser, añoro,
los astutos deslices sin malicia,
y tus carentes caricias que atesoro…
Como el tiempo y espacio son eternos, infinitos,
y como eternos e infinitos, pasajeros;
hoy bailamos nuevamente en este espacio,
el baile inconcluso de otro tiempo…
Y, de este sueño de amor,
carnal, humano, transitorio,
que nació entre letras,
que creció despacio,
que se fue haciendo desde abajo;
aunque más no me quede esta poesía,
tengo en mí, grabada a fuego, tu estampa,
tu sutil sonrisa, tu profunda mirada,
la fragancia de tu alma en la mía,
y un coro de mis latidos en tu madrugada…
Y, el amor, íntegro, amor eterno…
que perdura, y se hace eco...
ese, del cual no es secreto que nos deslíe el alma,
que nos conjuga en uno, y que sublime
nos acerca, bailando suspendidos.
Es amor, aunque el diámetro del mundo nos aísle
aunque el cielo encierre nuestros vuelos,
porque es amor de eterno cielo,
que de letras no sabe, ni de idiomas,
ni de historias pasadas, ni de cuerpos tibios,
sólo sabe de almas y fragancias,
de búsquedas eternas,
y encuentros fortuitos de tu corazón y el mío,
que no saben de tiempos ni distancias…
Sandra Gutiérrez Alvez
Seda