Mutantes
Tantas primaveras soñé encontrarte…
Cuando te hallé ya no eras tú.
Y te fuiste cambiando...
mutando, trasformando
te elevaste y volviste
tan distante que no pude reconocerte…
Tantas primaveras fueron
que ya no las recuerdo
porque me cansé de esperarte
y… cuando te hallé
mi cuerpo estaba gastado
y mi espíritu frágil y asustado
de esperar en vano a tu ser.
Que fue mutando y encerrándose
en otros diferentes cuerpos.
Hasta llegar a estar
en uno de los tantos que habita
en el solitario laberinto
de un antiguo corazón,
que palpita dormido
en el pecho de un pequeño joven…
Tantas primaveras soñé encontrarte
y cuando te hallé ya no eras tú…
y cuando me hallaste no era yo…
sólo somos quienes deberíamos ser…
Tantas primaveras soñé...
Para Seda: todo está dolido de una inexplicable relatividad. ¿Has pensado que el objeto que tienes delante, al cual miras, no es sino que fue?
ResponderBorrarUn saludo de xavier.
Escribo en http://www.espacioblog.com/la-nata-contra-el-vidrio
Cuantos sentimientos evoca la primavera... un abrazo amiga Seda
ResponderBorrarEl tiempo y sus añoranzas, luego la realidad se impone.
ResponderBorrarEs muy bueno el juego que haces en tus letras, las invocaciones y el desenlace que sorprende.
Besitos