He tenido a la muerte frente a mis ojos, he sido amenazada, golpeada e insultada, me echaron en cara cosas que dije o hice en el pasado, y que vistas desde su propia óptica, son tan censurables que serían dignas de una condena a muerte.
Me tomaron del cabello, mi cabeza iba y venía, mi corazón bombeaba rápido, mis brazos se dejaron golpear, y sacudía mi cuerpo, como asido a las asas de un indefenso jarro. Un palo pasó cerca de mi cabeza, y fue interceptado por una mano de mi misma carne y sangre...Gritos, llantos de otros que venían en mi auxilio... pero no tuve miedo, por primera vez en mi vida no tuve miedo ni a la muerte, ni a los golpes, ni a los gritos, por que sentí que era mi momento de liberación de todos mis errores, de mis culpas, de los dolores que le he causado a otros, muchas veces sin conciencia de ello, y otras tratando de ganar mi lugar en este mundo tratando de ser feliz. Pero éste era el momento, estaba lista y esa fue la mano que me liberó...
Sólo pude levantar las manos al cielo implorando perdón por aquel que arremetió contra mí, ni siquiera quise defenderme, eso que tengo la fuerza y el entrenamiento para hacerlo, sólo pude desear que su vida se vista de luz y salga de ese infierno en el que yo una vez habité, donde hay rencor, impotencia, furia y oscuridad. Donde no se puede abrir los ojos porque el brillo de los otros te ciega, y lo ves como una amenaza, por eso atacas. Es un pobre animal indefenso en un mundo que apenas conoce...
Ni una sola lágrima brotó de mi, porque fue una situación justa, a mi entender, fue mi liberación y la necesitaba. Me hizo más fuerte, más poderosa, me dio más luz aún y más amor, descubrí que puedo amar a mis enemigos y eso me acerca a Dios...y de Él tomo el poder para seguir.
De aquí en más estoy libre de mis culpas, pasé por otro examen , salvé mi prueba y sigo mi camino.Y digo ¡Perdónalos padre, no saben lo que hacen!
...y ahora el que esté libre de culpas que tire la primera piedra...
perdonemos, perdonemos y perdonemos, para mí es más importante y más fácil que pedir perdón, y más necesario
ResponderBorrar(confío en que la experiencia que narras no sea real, y si lo es espero que sea de hace ya tiempo)
wow seda! exelente prosa, te atrapa por completo la atención y la emoción y si es como bien decis, la pobresa espiritual trae violenca ,la serenidad, la dicha y el entendimiento nos acercan a dios.
ResponderBorrarun beso
cuidate
Pau
Que texto tan fuerte e intenso.
ResponderBorrarMuy bien escrito Seda...
Es algo diferente a lo que escribes.
ResponderBorrarTodos tenemos un lado del cual no nos sentimos orgullosos y nadie está exento de ello. Dios es el único que puede juzgar.
Un saludo enorme Seda =)
seda que puedo decir que no hayas ya escrito... que suerte que personas como vos reuerdan la paz mundial y no lo ven como un simple cliche para que las modelos y famosos se saquen fotos levantando sus dedos... que el Señor nos amapre y nos juzgue segun nuestros actos
ResponderBorrarTremendo texto querida amiga.
ResponderBorrarRemueve muchas cosas.
Gracias por despertarnos.
Un beso
SEDA!!! DE PRONTO SE ME REPRESENTÓ EL MAYO FRANCÉS, TIANANMEN, TLATELOCO, EL CORDOBAZO Y MILES DE SITUACIONES QUE EVOCAN LA LIBERTAD DE SER... UNA GENIALIDAD QUE SUBYACE DE TU GENIAL PROSA!!! BESOS!!!
ResponderBorrarespero que sea un relato y no una historia real
ResponderBorrarun beso seda
muakkksss
Ojalña pudiera perdonar y olvidar a aquellos que me hicieron mal... Admiro tu valor Seda... un abrazo enorme!!!
ResponderBorrarPara perdonar hay que convencerse que el otro necesita nuestro perdón y que nosotros no podríamos vivir si ello...luego practícalo, y verás los resultados, amigo.
ResponderBorrarun beso enorme.
Amiga mía, no es fácil alcanzar esa grandeza de espíritu que expresas, la compasión por quieres habitan el infierno de las miserias humanas, por el que todos pasamos, y el triunfo (tu triunfo) del perdón. Al perdonar al prójimo son perdonadas tus culpas. Ya nada podrá herirte. Feliz camino.
ResponderBorrarUn abrazo