Los anillos que llevo,
rodajas de metal ligero
que alojé en mis dedos
como símbolo airoso
de amante entusiasta,
han vivido orgullosos
por el tiempo acordado
entre el amor, la rutina y el olvido.
Terminando dormidos
entre las cajas de cartón
de mi cuarto oscuro,
cuando el amor se cansa.
Los anillos que llevo,
ligados a la piel
como ritual diario, inevitable,
son presencia perpetua
ante los ataques
de sementales desolados,
son defensa y frontera
entre ellos, mis deseos y yo.
¡He luchado, una vida
por tenerlos!
Y a veces, sin notarlo,
los anillos que llevo,
se diluyen
en mis manos,
y los pierdo…
Y se van con ellos
mucho más que las rodajas de metal ligero,
mucho más que el oro y los recuerdos,
se van las ilusiones por venir ,
y en mi cuarto oscuro,
lloran las cajas vacías,
en la ausencia eterna
de los anillos que nunca llevaré…
Salma Hassan
2012
ResponderBorrarCuando se termina aquello que pensamos un día seria eterno y solo nos queda sus ornamentos, cuando el corazón cansado habita en la habitación oscura, cuando los recuerdos tienden a ser olvidos...abrazzzusss
hay cosas que terminan sin saberlo...otras que nunca nacen.
ResponderBorrarMe gusta mucho esta poesía que se pasea entre la realidad y los sueños.
ResponderBorrarMe gusta mucho esta poesía que se pasea entre la realidad y los sueños.
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