Incauta, busco y rebusco entre mis cajones tus abandonos y mis rencores, mis perdones y tus vueltas. Y nuestras concordancias, esas equinas que el destino nos ha preparado para estos encuentros a media vida, a medio mundo, a todo dar y sin condiciones.
Te vistes y desvistes de eternidad y eres sueño y descontento. Y eres carne y alma, canto y silencio. Y vienes a dormir conmigo y luego te marchas sin decir palabra. Y eres mi rey y yo tu cielo, hasta que nuevamente te alejas y contigo se va mi devoción y mi aparente calma.
Hoy sentí tu respiración en mi almohada, esa que me prestaste para soñar cuando mis sueños se hicieron tuyos y mi cuerpo tu sosiego. Hoy el vaho del mismo Baco montó el escenario para nosotros y amanecí dormida en tu pecho.
¿Cuál sería la locura que ocupó mi cuerpo para que te aceptara de nuevo…? No lo sé.
Mas, caminé con pasos sigilosos. Hoy fui yo quien se quedó un momento observando tu alma descolgarse del último hilo de la noche.
Mis pasos no dejaron huella y me marché en silencio para siempre, dejándote un último recuerdo. Una señal de vida y alma: el rastro de mi perfume en tu desvestida cama.
Poema :Salma (Sandra Gutiérrez Alvez)
Fotografía: rawpixel.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Salma