El hilo de este reino


Este blog ha acompañado el crecimiento de mi humilde obra desde 2008. En él guardo versos improvisados, poemas que amo y letras sueltas, pero todos ellos conforman este puzzle que soy, un ser en crecimiento, una amante de la palabra, un sueño de poeta.
Sandra Gutiérrez Alvez (Salma)

viernes, 7 de mayo de 2021

Ciudad-Bosque

 

Ciudad-Bosque

 He vivido en una ciudad-bosque por casi treinta años 
 Poco a poco el bosque fue cediendo lugar a la ciudad 
 y el ruido de los autos sustituyó al canto de los pájaros 
 Poco a poco los nidos fueron cayendo con los árboles 
 y la gente de la urbe invadió con sus costumbres el paraíso que habitamos

 El cielo sigue siendo el mismo 
 pero faltan las siluetas de las sombras en el jardín y por las calles 
 Faltan las agujetas de pinocha sobre el césped 
 y los ríos amarillos del polen de los aromos 
 La pequeña ciudad crece 
 Aunque en nuestra memoria 
 el aroma del bosque permanece y nos acompaña. 

 Sandra Gutiérrez (Salma) 16/9/20

miércoles, 7 de abril de 2021

Un hilo en el viento

Escribir, 

como una señal de que existimos 

que a pesar de todos los pronósticos 

y todas las noticias malas y peores

seguimos digiriendo la esperanza

en una interminable mesa de futuros. 


Escribir

como contemplación de lo divino,

un arco que se cierra en lo infinito

y nos contiene libres como humanos. 


Escribir significa creer en la palabra,

es un acto de fe con el lenguaje,

con el otro 

y con nosotros.


Escribir

es confiar en nuestra idea 

una herencia digna y verdadera,

un regalo de continuidad...


Y, como un hilo en el viento,

es un rasgón en todas las cortinas 

de todas ventanas que puedan alcanzarlo.


Poema 

Autor: Sandra Gutiérrez Alvez

7 de abril de 2021





Imagen:  Autor Karew Hollingworth

Beach Read  | 36 x 36  | Óleo sobre lienzo


viernes, 30 de octubre de 2020

Estampas de la primavera 2020




Los jazmines  han cargado el aire con su suave perfume. Los pequeños pétalos rosados se decoloran al sol del mediodía dejando esparcir el dulce baho... Placeres que cada año nos regala la primavera. 

Hace algún tiempo, el cerco se llenaba de mariposas, avispas y abejas, vuelos necesarios y hermosos que llevaban la promesa de vida a otros jardines. Estas visitas fueron disminuyendo con el paso del tiempo y este año no hemos visto mariposas; ni siquiera los ramilletes repletos de flores las atraen. Algunas especies, seguramente extintas por los venenos de los herbicidas, no volverán jamás a nuestro jardín.  Otras,quizá han detenido su vuelo debido a los fríos tardíos que,  este año, octubre trajo a este lugar del mundo. 

Igualmente, algunos valientes salen en busca su perpetuidad. Una pareja de  picaflores  zigzaguean entre las delgadas ramas del cerco, confundiéndose con el follaje. Su danza pequeña y efímera sobre las flores, son agasajos que apreciamos, disfrutamos y agradecemos.  Vemos a uno posarse sobre la rama de la acacia, otro sobre el delgado cable de la línea telefónica y quiero pensar que son ofrendas de amor a cambio del suculento banquete que recibieron en el cerco de jazmines.

Estas son estampas de la primavera del dos mil veinte, un año atípico en un clima cada vez más cambiante e impredecible. Y me pregunto, por cuánto tiempo más volverán esas visitas a nuestro jardín.

Si no cambiamos la forma en que contaminamos nuestra tierra. ¿Cuánto tiempo más? Eso, solo Dios, lo sabe.


martes, 13 de octubre de 2020

Primavera en el mar al sur del mundo

 

Primavera en el mar al sur del mundo

 

Danzan las varas de los juncos,

me susurran las hojas de las cañas

y en la orilla revolotea, absorta, 

la pequeña azulada peregrina.

 

Sal y viento, reel y caña.

¡Es primavera en el mar,

ya puedo verlo!

Siento en mi piel su tibio aliento.

Tibio el ambiente, tibio el cielo.

En esta blanca orilla del río como mar, 

al sur del mundo, nido de gaviotas,

cielo de albatros y petreles,

que como manchas, adornando el borde, 

entre los arenales, escoltan al viento…

Un aromo pequeño, solitario,

pirata entre los médanos, 

esconde sus monedas. Un millón de flores, 

que encalladas en la  falda empinada, 

poco a poco, sus pétalos despeñan.

La delgada arandela de la luna

vibra entre las cañas,

y en su imponente flama,

refleja el sol su largo sendero sobre el agua.

 

Me adentro en el confín lejano.

Y entre la arena, dejo caer mi sueño...

Viajo, vuelo, navego.

 

¡Es primavera en mi mar,

ya puedo verlo!

 

Salma

Este poema, escrito originalmente en 2007, fue creciendo y mutando con el tiempo, teniendo una versión definitiva, hoy , 13 de octubre de 2020. 

Autor: Sandra Gutiérrez Alvez, Parque del Plata, Canelones, Uruguay

Playa de Parque del Plata*

*Atribución de la fotografía: De Kleidas - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5321008

lunes, 5 de octubre de 2020

Un último recuerdo


Incauta, busco y rebusco entre mis cajones tus abandonos y mis rencores, mis perdones y tus vueltas. Y nuestras concordancias, esas equinas que el destino nos ha preparado para estos encuentros a media vida, a medio mundo, a todo dar y sin condiciones.

Te vistes y desvistes de eternidad y eres sueño y descontento. Y eres carne y alma, canto y silencio. Y vienes a dormir conmigo y luego te marchas sin decir palabra. Y eres mi rey y yo tu cielo, hasta que nuevamente te alejas y contigo se va mi devoción y mi aparente calma.

Hoy sentí tu respiración en mi almohada, esa que me prestaste para soñar cuando mis sueños se hicieron tuyos y mi cuerpo tu sosiego. Hoy el vaho del mismo Baco montó el escenario para nosotros y amanecí dormida en tu pecho.

¿Cuál sería la locura que ocupó mi cuerpo para que te aceptara de nuevo…? No lo sé.

Mas, caminé con pasos sigilosos. Hoy fui yo quien se quedó un momento observando tu alma descolgarse del último hilo de la noche.

Mis pasos no dejaron huella y me marché en silencio para siempre, dejándote un último recuerdo. Una señal de vida y alma: el rastro de mi perfume en tu desvestida cama.




Poema :Salma (Sandra Gutiérrez Alvez)

Fotografía: rawpixel.com




jueves, 14 de junio de 2018

Juez y parte

Juez y parte

Qué es lo que hay dentro de ti?
¿Dulzura o llanto?
Aún siento tus sollozos
Y me atraen tus encantos.
Y no sé si olvidar tus huellas
o perseguir tu lejano y diluido rastro.

Simple y pasajera,
como gaviota enamorada, me acerco a ti.
Y encuentro esos pasos vacíos
que siguen a los míos,
como huellas perdidas en la arena,
que van y vienen…
Se enfrenta tu meñique con el mío
y siento tu norte , líquido y frío,
siendo que para mi, eres un cálido sur.

Te busco entre mis umbrales,
y te encuentro bailoteando
en los preludios de mi vida.
Y sé que apenas querrías atarme los cordones
cuando esté en un hospicio.
Pues prefieres saltearte más de medio siglo
y usarlo para jugar, regodeándote en tu lozanía…
Pero sé que sabes, que para ambos llegará ese día.
y tienes por supuesto todo el derecho del mundo
de derrochar los días de tu vida, son tuyos,
más, los míos mirarán hacia el camino,
ya con los tuyos fuera de mi destino.

Hoy enfrento a tu mirada
y no hace otra cosa que evadirme.
Yéndose tan lejos como pueda.
se fija en la neblina y queda suspendida
queriendo recordarme que te fuiste.
Yo aún te espero…

Ruedas, vuelas y te posas en
las frías notas de mi carcajada irónica.
Y vas suspendido en la lluvia de los recuerdos
me dejas pasar y absorto me codicias,
me llamas y hasta me suplicas
porque sabes que te congelé en el olvido.
Porque así lo quisiste.

Pero… ¿Que es lo que veo hoy en ti:?
¿Donde está la dulzura que predicas
y el canto al amor, al que dedicas tu vida?
Te cuesta tanto admitir
que la forma no te deja ser,
que obtienes para mostrar,
que ocultas tu vergüenza de sentir,
que sufres la pérdida y te revelas.
Y que juegas a ganar y cuando pierdes
ya no quieres jugar.

Pero eres parte de mí y yo soy tú
y habitas desde siempre en mi interior.
Cómo cada uno de ellos tiene uno dentro de sí…
sólo que algunos ni siquiera lo saben.

Hoy espero tu respuesta
Y con mi puerta abierta enfrento al camino…
Y no pretendo ser juez, porque soy parte.
pero, guardo para ti el mismo amor que antes
y pretendo enamorarte para que aflores
y seamos uno solo como siempre debió ser.

¿Y tú, qué guardas para mí? ¿dulzura o llanto?
… yo, yo aún siento tus sollozos,
y me atraen tus encantos.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Soltar




Desencripté mi boca para que las palabras, por decenios presas, sean alas en el cuello de mi amado.
Y acaricien de seda la marca de la soga, mientras despierta...

SalmaH
septiembre 4 de 2016

miércoles, 20 de julio de 2016

Entre todos los muertos, tú

Entre todos los muertos, tú

A mi padre

“Llorar dentro de un pozo,
en la misma raíz desconsolada
del agua, del sollozo,
del corazón quisiera:
donde nadie me viera la voz ni la mirada,
ni restos de mis lágrimas me viera.”

Miguel Hernández
Elegía primera

Dónde puedo ir a llorar,
si los muertos no se lloran.
Si los muertos viven en la luz,
más que quienes soñamos con la vida y no vivimos.

¿Dónde caerá  mi lágrima?
El gemir del corazón no tiene oído.
La soledad es la que llora,
el apego llora,
la lástima de mí misma, me deshoja.
No poder vivir sin él, te desmorona…

Y entre todos los muertos, tú.
Tú, el que me dio la vida.
El germen de mi sangre,
maestro de mis días primos.

¿Dónde puedo ir a llorar por ti
más que al pozo de mí misma,
a escondidas?

No habrá lágrima que te devuelva,
y aceptar tu partida
hace a mi corazón libre de sombras.

Y aún después de muerto,
con exquisita paciencia y voz de padre,
me sigues enseñando qué es la vida.



En pocos días se cumplirá el 4to aniversario de la desaparición física de mi padre, en su honor traigo a la memoria este poema que abre del libro "Los Gustos de la Muerte" que escribí entre 2012 y 2013, inspirado en ese momento clave de mi vida y que pronto verá la luz, con la ayuda de Dios.
Este poema  también fue publicado en papel en la antología "El Alma en Verso", de la  gestora cultural y editora  chilena Natalia Gaet fundadora de la red literaria Letras Kiltras. Agradezco a Nat, por brindarme un lugar entre tantos poetas de Iberoamérica y animo a mis lectores y amigos a hacerse de un ejemplar de la publicación que se vende por Amazón, para apoyar a esta red literaria que tan gentilmente ha contenido  y apoyado a un sin número de poetas emergentes desde sus inicios en 2008.




El Alma en Verso

Poetas de LetrasKiltras

Recopilación y edición a cargo de Nat Gaete
Idioma: Español
ISBN-10: 149537002X
ISBN-13: 978-1495370021

Se puede comprar en papel en Amazon 

viernes, 24 de junio de 2016

El arte que no se olvida

El arte que no se olvida


A mi abuelo Ramón, 
herrero, buscador de tesoros y soñador.
El hombre de la mejor sonrisa.
Repiquetea, repiquetea…


El golpe certero sobre el yunque.
El marrón que se apronta,
el fierro al rojo
y el arte del herrero modifica


Repiquetea, repiquetea…


La fragua de carbón,
el fuego vivo.
Las manos del herrero,
la ceniza,
y vuela en el ambiente su sonrisa.


Repiquetea, repiquetea…


La sonrisa es un arte,
que ningún niño olvida.


No volverán las tardes de reliquias,
ni vagaré entre fierros, vitalicia,
pero en mi mente,
vivo, habitas.


(Las marcas sobre el portón
de madera y carbón.)


La yerra del herrero en mi familia.
Herencia de metales y cenizas
de fuegos que queman el sol
y forja que arde en sus vidas.


Repiquetea, repiquetea…


La sonrisa es un arte,
que ningún niño olvida.


Salma H

El amanecer de una nueva vida.

  Era tarde y hacía frío. La habitación casi vacía y yo sentada en la alfombra. El ventanal desnudo dejaba el reflejo de las luces de los c...