la reflexión de un momento de venganza
(fragmento)
El apuntó a su sien, y ella cayó de rodillas en el suelo
Preguntándose, ¿por qué a mi?...
(Pero esta historia comienza en un borde de la ciudad
cuando él y sus hermanos crecieron en la calle…)
Hoy sus cuerpos yacen caídos en la esquina
y la desnudez y su sigilo marcan sus angustias…
Son parte del tránsito y del circo de la vida,
y mendigan o venden las únicas artes
que les permitió dominar, esta sociedad suicida.
Ellas caminan buscando saciar los cuerpos ansiosos de carne,
ellos tras el líquido del vuelo y la embriaguez.
Y se olvidan de leer, de crecer, y de aprender
porque apenas pueden saciar sus primitivas miserias.
Porque son una pieza de los abandonados por la vida
Se apartan a hartarse en el silencio de su propia ruina.
Se entremezclan en los sonidos urbanos…
despellejando basura para alimentar su insaciable ansia
Se distraen pensando en cómo sería quedarse con lo nuestro.
Y ahí es cuando los odiamos, rotulamos y condenamos,
encerrándolos peor que a animales salvajes,
a vivir como escoria, a degenerar lo poco que les queda…
Mientras los verdaderos reos, se esconden entre nosotros
y pasean en limusinas.
Y sus rostros se exhiben en carteles.
Y se sientan en las universidades a dar cátedra de seguridad.
Pero…
¿Qué diferencia hay, entre aquellos y nosotros?
¿Qué diferencia hay?
Si mi ansiedad se calma con dos o tres pastillas,
y la tuya, con una pitada de buena hierba.
Si no puedo vivir sin conectarme,
ni mostrar mi nuevo complemento…
Si mi obsesión es tu amor , y la tuya el sexo y la oficina..
Si en la universidad estudias marketing
para aprender a aprovechar la debilidad y el gusto ajeno…
y te regodeas en tus vicios y caprichos,
y los muestras como logros y trofeos.
Y nos vamos robando unos a los otros
Inventando estrategias y espejitos…
Dándole apodos a nuestras nuevas estafas
los que nos creemos cultos, educados, poderosos, ricos, y famosos
somos de carne y hueso, igual que aquellos
y provenimos del mismo animal que ellos
o de la conciencia del mismo dios
y fuimos hermanos algún día
y ocupamos el mismo lugar en el cielo
o el mismo código genético nos perteneció
y en el principio fuimos uno, y luego dos, y tres
y hoy, nos creemos unos, que somos más que otros.
Entonces algún día, aunque sea sólo un día,
aunque sea por un instante,
es cuando ellos nos hacen sentir
como nosotros les hacemos sentir toda su vida.
Seda
te vi... poesía social y digerible lentamente
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarSEDA:No hay peor ciego que el que no quiere ver.-UD. dice con belleza la triste realidad que se ve a diario.-SILDAGO
ResponderBorrarhabría que cambiar un montón de ideas aceptadas sobre muchísimas cosas, pero sobre todo aquellas que solo sirven para hacer daño innecesariamente a quien no está demostrado que lo merezca
ResponderBorrar¿y acaso alguien lo merece? yo la verdad creo que no: entiendo el sentimiento de venganza, pero creo que llamarlo justicia es mentir, es disfrazarlo, es justificarse
Nos hacen sentir como los hicimos sentir...
ResponderBorrarTendría que repetirme, Seda.
Seagradece que en este mundo haya alguien que nos muestre la realidad y nos hag reflexionar.
Gracias amiga.
Desde mi sueño te dejo un beso enorme
Una verdad muy triste, a fin de cuentas a quien se podria culpar si no a nosotros mismos.
ResponderBorrarun abrazo.
No creo en la venganza, como no creo en la caridad. Sólo creo en la justicia, en el tú como yo, en el nosotros como ellos, en el respeto absoluto. Son la igualdad y el respeto las semillas de la paz. Y no es semilla de paz la memoria que busca florecer rencor, sino aquella que ayuda a no repetir en el futuro los errores del presente, aquella que enseña que caminar de la mano es construir, y odiarse e imponerse conduce a toda clase de muerte.
ResponderBorrarCreo en la creación de una nueva conciencia desde el diálogo y la sensibilidad social..
Y por lo que veo: creemos en lo mismo. Me alegro
Un abrazo Sandra
Silvio, creo que Ud puede comprender de lo que hablo, porque conoce de primera mano la sociedad en la que Ud y yo vivimos. Y esa es nuestra realidad.
ResponderBorrargracias.
En la utopía de nuestras mentes de poetas, nadie se merece nada malo, pero en el diario vivir los hechos son otros, acaso ¿alguien se merece dormir en la calle con varios grados bajo cero?, eso genera el sentimiento de venganza en sus corazones, y la reflexión en el mio.
ResponderBorrargracias por tu comentario.
un beso
Esa sería la frase para entender sus mentes que han crecido en situaciones muy diferentes a las nuestras.
ResponderBorrarsólo eso.
un beso, amigo.
Tibalt, tu reflexión es certera, yo creo lo mismo, si hay culpables somos nosotros.
ResponderBorrarun beso.
Amaya, seguro estamos cerca en nuestras creencias y filosofías, quizá viviendo en sociedades diferentes, con realidades diferentes, pero comprendiendo que el odio no es la solución.
ResponderBorrarEste poema pretende ser una forma de entender las mentes de quienes la sociedad aparta o "le tira un hueso" para aquietar sus conciencias, en vez de prestarle una verdadera asistencia y tratarlos como iguales.
un beso, amiga.
Seda besitos y mucho amor.
ResponderBorrarje
PD
todos somos uno
Sede,gracias.
ResponderBorrarpero como células de un cuerpo debemos reorganizarmos para la vida y comprender eso que tú dices.Todos somos uno.
un beso,amor.
En este mundo de gentes 10, donde no tienen espacio los olvidados, los despreciados, los pobres... yo haría un aleluya por todas las persona que no encuentran su lugar en este mundo de valores olvidados, en este mundo de incoherencias y desprecios...
ResponderBorrarViva la vida y viva sana con todoas las personas de bien en alza...
un beso querida amiga
lluis
Hola Seda...
ResponderBorrarA medida que te voy leyendo esta entrada se realza la impresión, es como un golpe de puño en la boca del estomago... Duro, cruel, descarnado relato de una situación que nos es tan familiar.
Donde nos fagocitamos casi con deleite.
Gracias, por visitar mi "rincón", en más nos leemos y nos seguimos...SI¡¡¡
Te saludo
Osvaldo
gracias Lluis.
ResponderBorrarun beso para ti,y tu hermosa familia, amigo.
Osvaldo, es duro y cruel, pero a veces es bueno que nos digamos la verdad en al cara, a nosotros mismos.
ResponderBorrarun beso y es un gusto que nos hayamos encontrado.
Seda, muy interesante tu escrito y el final, donde dice que cuando unos se sienten más que otros, comienza el adebacle, me parece muy acertado.Y la venganza, claro, no es buena compañera, porque no cosntruye nada.
ResponderBorrarUn abrazo