TODOS DEBEN SABERLO.

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Hace algunos años, cuando las nubes en mi vida iban dando paso al sol, cuando tímidamente empezaba a asomarme, nuevamente, con miedo a la vida, después de tanto tiempo de ni siquiera salir sola a la calle, de ni siquiera poder disfrutar de mis roles , volví al arte de la escritura.
Una tarde me senté frente al teclado y escribí, me sentía como un pianista recordando las notas desde otra vida, como si en mi mente estuvieran impresas desde la eternidad esas poesías y esos textos. No sabía desde donde ni porqué brotaban sin cesar, pero fluían como un río en mi. Es así que retomé tímidamente este arte, para expresar eso que me golpeaba el pecho, esas mil palabras que deseaban volar desde mi corazón.
Pero todo lo que escribía lo guardaba en carpetas, cuadernos, hojas, que a veces iban a la basura.
Y pasó algún tiempo más de tener que andar con bastones humanos, de tener que valerme de la fortaleza espiritual de los otros, por que yo carecía de eso, estaba vacía de voluntad, de ganas de propósitos. Mis sueños estaban arrumbados en un cajón y pensé que no existían ya. Más aún, creí que ni siquiera había un camino por recorrer. Llegué a pensar que esta vida era un castigo.
Caminé por un tiempo divagando en letras sin ningún sentido y ellas me guiaban, porque seguramente la sabiduría del alma me hablaba.
Hasta que un día me senté en el jardín de mi casa, miré hacia el Sol, y le pedí que me devolviera la vida. Esa misma tarde nació Seda y ella me enseñó que el amor es inevitable y tiene muchas formas.

Gracias a ti...

He querido abrazar un rayo de sol,

he querido retener el trino de un pájaro,

he volado por encima de mi propio cuerpo

convertida en espectro,

con tal de tratar de tener un segundo más

las imágenes de aquellas letras en mi mente,

los acordes de tu voz en mi corazón

Y sólo pude...

Abrazar partículas de viento,

oler átomos de luz,

oír el paso del sol.

Porque el amor eterno

es como astro rey, inalcanzable.

Entonces...

Sólo pude transmutar el tiempo,

planificar el cambio de colores

y llorar por siempre,

mirando la luna hasta el amanecer.

Volando sobre mi propio cuerpo,

convertida en espectro,

otra vez quiero, eternamente,

retener un segundo más

las imágenes de aquellos días

en los que pude oír el latido de mi corazón,

ver mi risa, sentirme nueva,

reencarnando en mi propio estilo.

Gracias a ti:

el que siempre será mi inspirador...

Por eso todos deben saberlo, para que jamás se cometa la injusticia de olvidar: 

que un día yo estaba muerta, y un ángel me devolvió la vida.

imagen colaboración de faez

http://my.opera.com/faezkreem/albums/showpic.dml?picture=10179783&album=754787

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